LOS SIMS, EL VIDEOJUEGO CON FUTURO DE OBRA DE ARTE
HOLLYWOOD PREPARA UNA PELICULA Y LO ESTUDIAN EN LAS UNIVERSIDADES
The Sims, el videojuego con futuro de obra de arte En Stanford comparan a este entretenimiento con la obra de Beckett. ¿No será mucho?
Andrés Hax ahax@clarin.com
Poco a poco los videojuegos van siendo tomados en serio. Cotizan como productos artísticos y como artefactos culturales, también. El último caso que demuestra esta afirmación ¿seguramente sospechosa para muchos¿ está en el renovado auge de Los Sims: el videojuego más popular de la historia, en términos de ventas, con más de 80 millones de unidades vendidas (1,6 mil millones de dólares) desde el lanzamiento de la versión 1.0 en febrero de 2000. La semana pasada se anunció que Hollywood llevará una versión del juego a la pantalla grande; luego, la influyente galería londinense Barbican montó una muestra sobre la cultura de los videojuegos ¿y no es la priemra de este tipo¿ donde incluye a Los Sims como uno de los cinco juegos más importantes de la historia; y al fin, la Universidad de Stanford anunció que Los Sims tienen ganado su lugar en la canónica Colección de la Historia de Ciencia y Tecnología que los académicos preparan.
El juego propone nada menos que crear y dirigir a personas virtuales por sus vidas poniendo al usuario en el rol de un dios omnipotente. En ese sentido el formato visual y la experiencia del espectador es parecida a ¿y hasta anticipó¿ el formato del fenómeno mundial de la TV: Gran Hermano. Sin embargo, en Los Sims no hay un objetivo concreto. No se puede ganar ni competir contra otro jugador. El goce del juego ¿para los millones que lo gozan¿ está en tener control total sobre una comunidad de seres, decidiendo qué comen, con quién se casan y procrean, dónde viven y qué productos consumen. No es una pavada. Will Wright, el diseñador del juego, lo describió en su lanzamiento como "una casa de muñecas digital". La idea se le ocurrió cuando, tras el incendio de su casa, tuvo que rearmar su vida y la de toda su familia, desde cero. De ahí a la inmortalidad. Ahora bien, ¿se puede considerar a Los Sims como una nueva forma de obra de arte? Clarín le preguntó eso mismo a Matteo Bittanti, un académico de Stanford, y curador de la Colección de Tecnología de esa universidad estadounidense. Con entusiasmo, Bittanti respondió: "Los Sims es un ejercicio en diseño interior e interacción social disfrazado como un juego. Como muchos textos posmodernos es muchas cosas a la vez: una sátira contra el consumo, una prueba psicológica y una herramienta para narrar cuentos. Es un juego que simuló la trivialidad de lo cotidiano de una manera magnífica: es como la versión interactiva de una obra de Beckett. Dice muchísimo sobre la cultura actual sin usar técnicas narrativas tradicionales. Debería ser estudiado junto con otras grandes obras de arte. "Otra opinión tiene Henry Lowood, también académico de Stanford, quien toma distancia de la tendencia. "Podríamos dejar de lado la pregunta ¿Los videojuegos son obras de arte? Distrae de la cuestión central que es explorar cómo este medio está definitivamente creando nuevas avenidas para la expresión social y cultural". Sea como fuere, conviene recordar que en su infancia nadie declaró al cine como un arte. Y, en ese sentido, la historia de los videojuegos recién empieza.
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